ILMU'L H̱ÂL

47 en aquel momento los que morirán como kuffâr (incrédu- los)”. Esto jamás podrá ser cierto. Este falso argumento hace temblar el corazón del Îmân (fe). Aquel día no se puede objetar. Todas y cada una de las almas querién- dolo o no queriéndolo hicieron saÿdah (se postraron) al Creador. Allâh Ta‘âlâ Nuestro Rabb (Señor) llamó a to- das las almas y les preguntó: “¿Alastu bi Rabbikum?” (¿Acaso no soy su Rabb?), y todas las almas, sin ex- cepción, respondieron: “¡Balâ!” (¡Sí, en verdad! ¡Tú eres nuestro Rabb [Señor]!). De esta forma, todas declararon su lealtad a Allâh Ta‘âlâ. Otros dicen: “Hagas lo que hagas, Allâh da Hidâyah (Guía) a quien Él quiere y da Dalâlah (Desviación) a quien Él quiere”. Esta afirmación no es aceptable de ninguna manera. Mucha gente malinterpreta y explican esta Âyah (versículo) en relación con este asunto. Hadrat Abu’l- Fârûq Sulaymân Hilmi Tunahan Quddisa Sirruh (Silistrawî) interpretó y explicó la relacionada Âyah (versículo) de la siguiente manera: “Allâh Ta‘âlâ da Hidâyah (Guía) a aquellos que piden Hidâyah y da Dalâlah (Desviación) a aquellos que piden Dalâlah”. Luego él explicó también: “No hay un decreto divino tal como que Ahmad pertenece al Ÿannah (Paraíso) y Mahmûd pertenece al Ÿahannam (Infierno)”. De hecho, las vestimentas (ropa del Îmân, la obediencia y nûr [luz]) fueron tejidas y presentadas en el mundo con anticipa- ción. Fue declarado: “Quien escoja vestir estas ropas será admitido en el Ÿannah (Paraíso)”. Por el contrario,

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