ILMU'L H̱ÂL

35 Adicionalmente, debiéramos decir que, después de Nuestro Profeta SallAllâhu ‘Alayhi wa Sallam , Las Sharî‘ahs (Las Leyes) de los Profetas anteriores ‘Alayhimu’s-Salâm fue- ron todas abrogadas. Justicia, verdad y autoridad sólo pertenecen a Nuestro Nabî Muhammad SallAllâhu ‘Alayhi wa Sallam , y el Qur’ân Al-Karîm (El Glorioso Corán) en efec- to. En relación con esto, en una ocasión, Nuestro Profe- ta SallAllâhu ‘Alayhi wa Sallam vio una vez a Hadrat ‘Umar Ra- diyAllâhu ‘Anh , sosteniendo páginas de la abrogada Tawrâh (Torá) en su mano, la cual ya no estaba vigente, y le dijo casi en tono de reprimenda: “¡Oh ‘Umar! ¿Acaso eres tú también uno de los que dudan y no tienen certeza acerca de la Profecía que se me ha otorgado y del Noble Qur’ân que se me ha revela- do, como los judíos y los cristianos? Juro por Allâh que si Mûsâ ‘Alayhi’s-Salâm , a quien la Tawrâh (Torá) le fue reve- lada, viviera hoy no tendría más opción que seguirme”. En consecuencia, con la llegada de Nuestro Profeta Muhammad SallAllâhu ‘Alayhi wa Sallam y del Qur’ân, las leyes de la Tawrâh (Torá) y el Inÿîl (Evangelio) fueron abroga- das. La autoridad y validez en nuestro tiempo y hasta el Día del Juicio pertenecen solamente a Nuestro Nabî Muhammad SallAllâhu ‘Alayhi wa Sallam y al Qur’ân Al-Karîm (El Glorioso Corán), que le fue a él revelado.

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